07 Jul

El Burnout

El agitado ritmo de vida contemporáneo, caracterizado por altos niveles de estrés y presión laboral, ha dado lugar a un fenómeno creciente conocido como “burnout” o síndrome del agotamiento profesional.

Es considerado por la Organización Mundial de la Salud como “una enfermedad laboral que provoca detrimento en la salud física y mental de los individuos…puede dar lugar a comportamientos disfuncionales, a contribuir a la mala salud física y mental; pueden originar problemas psicológicos, trastornos psiquiátricos y terminar en situaciones de ausentismo laboral”.

El burnout afecta a personas de diferentes ámbitos y profesiones, y sus consecuencias pueden ser significativas tanto a nivel individual como organizacional.

En este artículo, explicaremos las causas subyacentes del burnout, sus impactos negativos y, lo más importante, estrategias efectivas para prevenirlo.

I. Causas del Burnout:

  1. Sobrecarga laboral: La cantidad excesiva de trabajo, con plazos ajustados y expectativas desmesuradas, puede agotar física y mentalmente a los individuos, dejándolos sin tiempo para descansar y recuperarse adecuadamente.
  2. Falta de control y autonomía: La ausencia de participación en la toma de decisiones o de autonomía en el trabajo puede generar sentimientos de frustración y falta de satisfacción, contribuyendo al desarrollo del burnout.
  3. Ambiente laboral desfavorable: Un clima laboral poco saludable, caracterizado por la falta de apoyo, el acoso o la falta de reconocimiento, puede aumentar el estrés y la probabilidad de experimentar burnout.
  4. Desajuste entre los valores personales y los de la organización: Cuando existe una discrepancia significativa entre los valores y objetivos personales de un individuo y los de la organización para la que trabaja, puede surgir una sensación de alienación y desgaste.

II. Síntomas del Burnout:

Sensación de cansancio o agotamiento de la energía.

El colaborador presenta fatiga crónica, se puede aumentar de peso o, por el contrario, darse una pérdida del apetito, además, se sufre de fuertes dolores musculares, migrañas, problemas digestivos, de sueño y presión alta. Incluso, el sistema inmune se ve muy debilitado y, en el caso de las mujeres, puede haber una alteración del ciclo menstrual.

Por otro lado, factores como la ansiedad y el estrés aumentan considerablemente, se puede generar aislamiento, porque no se tiene fuerza o motivación para relacionarse con nadie.

Aumento del desapego mental hacia el propio trabajo, o sentimientos de negativismo.

Crece una desilusión general y los que lo sufren se ven como personas apáticas, irritables e insatisfechas con su vida. Se produce un cambio en el comportamiento, con actitudes apáticas, indiferentes, de desapego, sin compromiso hacia el trabajo.

Este cambio de comportamiento afecta también la vida personal de quien lo sufre, su núcleo familiar se ve afectado, ya que tiende a convertirse en una persona irritable. Lo que puede generar conflictos interpersonales tanto en el entorno laboral como en el personal.

Reducción de la eficacia profesional

La desmotivación genera una gran frustración y, por ende, falta de realización y de sentido del propósito en el trabajo.
Las tareas que antes realizabas de manera efectiva, ahora te cuestan más, sueles olvidar cosas con frecuencia, pierdes la capacidad de concentración de forma constante, lo que hace que tu trabajo se vaya acumulando y nunca lo termines. De esta manera, solo se generará una gran frustración y sufrimiento.

II. Estrategias de prevención contra el Burnout:

Existen diversas estrategias que pueden implementarse para prevenir el burnout en los colaboradores y promover un entorno laboral saludable.

A continuación, se presentan algunas recomendaciones:

  1. Promover el equilibrio entre el trabajo y la vida personal: Fomentar una cultura que valore y respalde el equilibrio entre el trabajo y la vida personal es fundamental. Esto puede incluir políticas de flexibilidad laboral, como horarios flexibles, teletrabajo o opciones de trabajo a tiempo parcial, que permitan a los empleados atender sus responsabilidades personales sin comprometer su rendimiento laboral.
  2. Fomentar la comunicación y el apoyo: Establecer canales de comunicación abiertos y efectivos es esencial para que los empleados se sientan escuchados y respaldados. Los líderes y gerentes deben estar disponibles para brindar apoyo, retroalimentación constructiva y reconocimiento a sus colaboradores. Además, es importante fomentar la comunicación entre los miembros del equipo, promoviendo un ambiente de confianza y colaboración.
  3. Proporcionar recursos y herramientas adecuadas: Asegurarse de que los empleados cuenten con los recursos y herramientas necesarios para realizar su trabajo de manera eficiente y efectiva puede reducir el estrés y la carga de trabajo. Esto incluye brindar capacitación y desarrollo profesional, así como tecnología y equipos actualizados.
  4. Fomentar la autonomía y el desarrollo profesional: Dar a los empleados la oportunidad de tener cierto control sobre su trabajo y de tomar decisiones relacionadas con él puede fortalecer su sentido de autonomía y satisfacción laboral. Además, ofrecer programas de desarrollo profesional y oportunidades de crecimiento les brinda un sentido de propósito y les permite expandir sus habilidades y conocimientos.
  5. Implementar programas de bienestar: Establecer programas de bienestar en el lugar de trabajo puede contribuir a prevenir el burnout. Estos programas pueden incluir actividades de promoción de la salud, como ejercicios físicos, meditación, yoga, talleres de manejo del estrés y acceso a recursos de apoyo psicológico.
  6. Evaluar la carga de trabajo y redistribuir tareas: Es fundamental monitorear la carga de trabajo de los empleados y asegurarse de que sea razonable y manejable. Si es necesario, redistribuir las tareas y ajustar los plazos puede ayudar a reducir la presión y el agotamiento.
  7. Cultivar una cultura de reconocimiento y recompensa: Reconocer y recompensar los logros y contribuciones de los empleados es esencial para fortalecer su motivación y compromiso. Esto puede hacerse a través de programas de reconocimiento formales e informales, incentivos y oportunidades de crecimiento profesional.

Recuerda que cada persona es única y puede requerir diferentes tipos de apoyo. Adaptar tus acciones al contexto y necesidades individuales es fundamental. Al mostrar compasión, apoyo y tomar medidas para abordar el burnout, como líder puedes ayudar a tus colaboradores a superar esta situación y promover un entorno de trabajo más saludable.

En conclusión, prevenir el burnout desde la perspectiva de la empresa y su departamento de Recursos Humanos, implica crear un entorno laboral que promueva el equilibrio, el apoyo, la comunicación efectiva, el desarrollo personal y profesional, así como el bienestar de los empleados.